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“La actividad del periodista debe tender a la realización
de la armonía social, mediante el imperio de la libertad
y justicia, solidaridad y progreso…”
Primer edit. 1924
MARINA DOLORES MERCHAN LUCO
Gerente de Diario El Mercurio
Hablar de El Mercurio -diario cuencano que cumplió 95 años de circulación- es hablar de un rostro y un trabajo tesonero y representativo en el periodismo local y austral; se trata de la Licenciada Marina Merchán Luco que ejerce una incidencia no solo humano afectiva, sino también cultural y social. Me permitió un breve diálogo, suficiente para aquilatar sus emociones y evidenciar su profesionalismo y vocación de servicio a la comunidad; con la calidez que le caracteriza abrió el cofre de innumerables recuerdos, evocando con grata nostalgia, sobre todo su niñez y adolescencia. Su padre, Ing. Miguel Merchán O. estudió en Chile, donde conoció a Marina Luco y se casó, luego se radicaron en Quito. Ahí nacieron los tres primeros hijos: Nicanor y las mellizas Rita y Marina (comenta como anécdota que Dory no es su nombre, posiblemente le llamaron así por Dolores).
A petición de su abuelo, el Dr. Nicanor Merchán B. vienen a Cuenca a hacerse cargo del Diario, con su madre embarazada, quien muere dando a luz a su cuarto hijo, Miguel; desde entonces se van sucediendo circunstancias duras en la crianza de los niños, (de 7 y 4 años) se sumaron los afectos solidarios, viajó una tía de Chile para ayudar; como en tiempos de antaño, no faltaron las empleadas, aquellas tutelas maternales que se enlazan con amor incondicional a las familias, recuerda con profundo cariño a Chana y Trini, que complementaron los cuidados. Luego su padre se casó con Matilde Abad, no tuvieron hijos, hasta que por problemas cardíacos muere a los 56 años.
UN LEGADO QUE TRASCIENDE
“Si ustedes asumen algo de obligaciones, háganlo con responsabilidad…” Así les arengaba su padre, cimentando principios como el mejor camino de la vida; y en medio de estos avatares crecieron y se educaron los cuatro hermanos, fortalecidos en el amor, la fe en Dios, la solidaridad, el respeto y la responsabilidad. Marina estudió los tres primeros años en las Salesianas y pasó al cuarto grado a los Sagrados Corazones, ahí se formó con logros académicos y deportivos, con medallas de oro, como mejor estudiante y la jugadora más disciplinada en su equipo de básquet, que era su pasión; desde entonces está ligada a esta institución, que se convirtió en su segundo hogar, una simbiosis de corazones; donde aprendió la fe, perseverancia y disciplina; con capacidad y sin prebendas.
Estudió Periodismo en la Universidad de Cuenca, culminando también con honores; se preparó en Alemania, en una carrera ligera de cultura general. Luego se casó, tuvo dos hijos: Dory y Diego Zamora, a quienes les educó en la misma línea de trabajo y responsabilidad. Profesionalmente se ha realizado, se inició muy jovencita y ya han pasado 45 años; está jubilada, pero aún trabaja como gerente general y preparando a la cuarta generación del Grupo Merchán Luco y a la vanguardia tecnológica. Ha tenido múltiples reconocimientos, sobre todo en el sector productivo, en la Cámara de Comercio, parte del directorio y pionera, en la Industria, durante 16 años en forma honorífica, con absoluta corrección y procurando siempre lo mejor.
Ha sembrado y cosechado abundantemente con la bendición de Dios, es una mujer creyente, se considera católica practicante; eso le ha motivado a apoyar causas nobles como: Solca, grupos vulnerables, becas en la educación, promoción de la cultura “no elitista”, impulso a nuestros artistas, auspicios en el deporte y mucho más; labor social que engrandece y sensibiliza. Se emociona cuando habla de acontecimientos especiales, como la Navidad por ejemplo, que ya se acerca; se prepara para agasajar a la gran familia de El Mercurio, sin distinciones, con derroche de camaradería, premios, sorpresas, rica gastronomía, concursos, música y el payaso infalible que completa la fiesta de los canillitas. ¡Cuánta satisfacción! Es una historia de vida que fructifica y gratifica, miro y admiro a un ser humano excepcional; hay mucho amor para dar y para recibir. Por ello, en el 95 Aniversario, recibieron preseas y reconocimientos que hacen justicia a esta noble labor en bien de la ciudad, el país y el mundo.
¡Felicidades!
“La Defensoría del Pueblo es una Institución que tutela,
cuida y vigila los derechos de todas las personas…”
VERÓNICA AGUIRRE ORELLANA
Defensora del Pueblo del Azuay
Así afirma categóricamente la Dra. Verónica Aguirre, primera mujer en ocupar esta dignidad e incidir significativamente en la lucha y reivindicación de los derechos; un referente nacional y un orgullo para Cuenca; más aún, al ser encargada de la Defensoría Nacional, por ello una efusiva FELICITACION, puesto que es un compromiso y una gran responsabilidad que sabrá desempeñar con sobra de méritos, así lo demostró recientemente en su brillante intervención en el pleno de la Asamblea, defendiendo los postulados de la Defensoría del Pueblo, recibiendo el aplauso y la admiración. Con una amplia trayectoria en temas de violencia ha defendido los derechos de los grupos más vulnerables, como mujeres, adultos mayores, niñez y adolescencia.
Confluye en armonía lo profesional con lo personal: Es abogada de los Tribunales de Justicia, doctora en Jurisprudencia, con maestría y un título forense para peritajes especiales. Madre de Pablo José de 22 años y María Paz de 13; junto a su esposo que también es abogado, considera que son lo más importante en su vida. ”He recibido más allá de la parte profesional el apoyo y la comprensión de mi esposo y mis hijos, para manejar los niveles de trabajo que exige la Defensoría…”
LOGROS Y RECONOCIMIENTOS
“Hay un antes y un después en la Defensoría del Pueblo, ante un silencio, hoy se visibiliza como un espacio con el que puede contar la ciudadanía…”
Desde el 2 de mayo que inició la coordinación zonal, ha tenido jornadas y luchas intensas en la defensa de múltiples situaciones, ha sido exponente en foros académicos de renombre que le han merecido reconocimientos de las universidades y de la Federación de Artesanos. Cabe mencionar algunos de los logros obtenidos en su gestión: la intervención en la huelga de hambre en el Centro de Rehabilitación Social de Turi, y en un caso inhumano de tortura con un privado de la libertad “No podemos volvernos doblemente castigadores, ya cumplen su condena y lo deben hacer con parámetros de respeto y dignidad”. Consiguió cupos para 113 estudiantes en la Universidad de Cuenca, ante la inseguridad jurídica en los exámenes de admisión, ventajosamente hubo la total apertura del rector, Dr. Pablo Vanegas, a quien agradece; solucionando problemas familiares que viven limitación en sus recursos. En el mismo ámbito de la educación, logró cupos unificados para hermanos que estaban en diferentes y distantes centros. En enfermedades catastróficas, abogó por medicación; y en el sector del transporte también con el tema de cupos y tarifas legales.
Un caso de conocimiento público fue la cesación de concesiones mineras en Ponce Enríquez, luego de tres años, logró una sentencia favorable para la población, en defensa de la vida, la salud, la alimentación y la naturaleza como el hábitat. Ha intervenido también en casos de jubilados, con doble vulneración de derechos; y en la clase artesanal cuando no se cumplía con la participación y la libre elección de un directorio. Un caso reciente y bastante sonado fue la acción de protección que presentó la Defensoría del Pueblo, ante la petición del Cabildo por las Mujeres, exigiendo la paridad en la vice alcaldía; hubo ya una sentencia a favor, esperamos que los jueces constitucionales en función de la no regresión en derechos atiendan una acción extraordinaria ya presentada; no es la lucha de una mujer, sino de todas las mujeres. Nos comparte una buena noticia, el 28 de octubre el Dr. Herrería, juez constitucional, declaró con lugar una acción de sentencia, como un precedente en la paridad, cumpliendo el 52 en el país, con vice alcaldesas y Cuenca como referente. Participó en Quito, en la suscripción de un convenio de transparencia y ha compartido mesas de trabajo con las Dras. Paulina Aguirre de la Corte Nacional y María del Carmen Maldonado del Consejo de la Judicatura.
Culmina este interesante diálogo, que nos ilustrará sin duda, con sus emotivas expresiones que confirman su representatividad y convicción.
“Dios lo permitió así, tenemos un propósito en la vida y me ha dado la fortaleza en esta lucha que no es nada fácil, estamos en el lado correcto de la historia, estamos educando a niños, niñas y adolescentes en la paridad, la no violencia y más temas graves y dolorosos. El espacio de la mujer va abriendo camino e iluminando el horizonte ¡No podemos claudicar!.
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