“El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender” Plutarco Con el aval importante del Sistema Red de Discapacidades -SIREDIS; de la Federación Ecuatoriana Pro Atención a la Persona con Discapacidad Intelectual -FEPAPDEM; de la Asociación de Padres, Representantes y Autogestores con Discapacidad -APRACOD; y bajo la coordinación de la Dra. Magdalena Martínez, profesional de amplia experiencia en las discapacidades, sobre todo en el Autismo; se desarrolló el Taller de Neurocognición, teniendo como invitada especial a la Dra. Ginger Lozano, psicorehabilitadora educativa guayaquileña.
El involucrarse con la discapacidad obliga a la capacitación y actualización permanente, en los ámbitos neurológico y pedagógico, tanto de docentes, psicoterapeutas, profesionales, padres, madres de familia para aplicar en la vida diaria: en las aulas, en los hogares y en la sociedad en general. Y no sólo en el caso de la discapacidad, sino también cuando los estudiantes tienen necesidades educativas especiales –NEE, en escuelas y colegios. Fue una jornada muy interesante de un aprendizaje fecundo que permitió instruirse en situaciones básicas, conjugando dinámicas, asesoramiento, testimonios, experiencias y nuevos conocimientos que ponemos brevemente a consideración.
La ciencia cognitiva es el estudio de la mente y el cerebro, a través de un enfoque sistémico y multidisciplinario, una de sus ramas principales es la NEUROCIENCIA COGNITIVA que estudia los mecanismos biológicos específicos subyacentes a la incidencia del sustrato neuronal en los procesos donde la mente activa crea el pensamiento.
El término “pensar” abarca actividades mentales ordenadas y desordenadas y describe las cogniciones que tiene lugar durante el juicio, la elección, la resolución de problemas, la originalidad, la creatividad, la fantasía y los sueños.
Para manejar este tema es fundamental iniciar con un diagnóstico que está conformado por una batería que evalúa específicamente todos los procesos neurocognitivos que el niño/a o adolescente (el adulto eventualmente) ponen en funcionamiento durante el aprendizaje (percepción, memoria, atención, concentración, lenguaje, lecto-escritura, pensamiento, comportamiento, etc.).
Por ejemplo el “Síndrome frontal” que es el conjunto de alteraciones debidas a la afección del funcionamiento de los circuitos neurales frontales, que cualquiera sea su causa, conlleva la aparición de síntomas conductuales y cognitivos que dificultan el desempeño académico, laboral, familiar y social de la persona.
En fin, estas orientaciones psicopedagógicas para la atención educativa a estudiantes con discapacidad o necesidades cognitivas, intelectuales especiales pretende diseñar proyectos con una mirada sistémica. Cabe señalar que los docentes deben atender a los estudiantes en su propio contexto escolar, sensibilizando en el respeto a la diversidad, privilegiando estrategias de apoyo curricular en el espacio y tiempo oportunos; procurando también en la familia la prevención y educación para evitar conflictos, estrés, depresión, discriminación… y obviamente mejorar la calidad de vida.
|