Mayo es un mes que brilla porque se rinde homenaje al ser que nos dio la vida -para los creyentes católicos el mes de la Virgen María, madre universal y madre de Jesús, modelo de virtudes y mediadora fundamental en el plan de salvación- Mayo es también un mes que inspira a la poesía, a la ternura, a los concursos marianos, a los homenajes institucionales; donde ponen en juego la creatividad, el talento y todo el sentimiento hacia las madres.
Las parroquias, comunidades y barrios, tanto urbanos como rurales, festejan con gran regocijo, desplegando programas artístico-culturales y eligiendo lo tradicional en nuestro medio “La Madre Símbolo” resaltando no sólo la abnegación sublime y la dedicación especial que les caracteriza como generadoras de vida; sino también destacando a aquellas mujeres inclaudicables que venciendo adversidades, sacan adelante a sus hogares, sembrando valores en el corazón de sus hijas e hijos, como las primeras educadoras en el amor.
Con el apoyo de Acción Social Municipal y de la Gobernación; realizó un cálido y singular HOMENAJE A LAS MADRES, la Comunidad de Mayancela, perteneciente a Sinincay, parroquia fraterna a nuestra organización -La Coordinadora Política de Mujeres del Azuay- CPMA, donde trabajamos con los Comités de Usuarias en el ámbito de la Salud. Pudimos por lo tanto, compartir con la Pre Asociación de Jubilados Afiliados al Seguro Social Campesino; puesto que, nuestra compañera coordinadora, la Lic. Beti Guerra, ex funcionaria del Seguro Campesino, aún conserva lazos de afecto y compromiso con esta comunidad. También estuvieron presentes: la Lic. Lourdes Vásquez, actual trabajadora social; el Ing. Marcelo Abril, director de Acción Social Municipal; la Mst. Leticia Quintero, activista social de la CPMA; el Sr. Enrique Morales, ex presidente; la Sra. Luz Ludeña, vicepresidenta y el Sr.Héctor Guzmán, presidente de la pre asociación, quien dio la más cordial bienvenida a las autoridades, a invitados especiales, a las madres presentes y a toda la comunidad.
Resultando electa la Sra. María Concepción Sinche, de 87 años, máxima expresión maternal con su cabecita blanca, su rostro marcado por el tiempo, sin duda una mujer sabia, trabajadora y amorosa; con suma humildad asumió su papel de Madre Símbolo, a través de la banda que le ciñeron y muy emocionada agradeció; representando en forma digna a la mujer rural jubilada. Recibió el más merecido homenaje con una Eucaristía, como acción de gracias, celebrada por el párroco de Sinincay; además: elogios, música, recuerdos, flores y la declamación de la más sublime “Carta a la Madre” de nuestro bardo cuencano César Dávila Andrade; culminando con un brindis y un almuerzo gentilmente organizado por la directiva.
Todos los presentes nos llevamos un inolvidable recuerdo de estas fechas conmemorativas que enaltecen el trabajo comunitario mancomunado humano y solidario.
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